Soy de los que piensan que para educar a un hijo hay que hacerlo en valores de igualdad, compromiso...
También pienso, y no sé si es compatible, que la literatura no puede, no debe, no está obligada, a ser políticamente correcta. Lo siento.
Que los cuentos clásicos sean machistas o xenófobos sólo es producto de la época en la que se escribieron, lo cual no nos da derecho a cambiarlos. Puedo leerselos o no a un niño, pero no tengo claro que haya que tocar ni una coma de ellos. Incluso pueden ser didácticos, si al niño se le explican algunas roles o conceptos que no debieran ser así.
Puestos a confesar, tampoco estoy a favor de esa 'moda' de utilizar los dos géneros en discursos ('compañeros y compañeras') ni siento ninguna atracción hacia el academicismo en la lengua.
Para terminar, ya metido en harina, he de decir que no me gusta la literatura de Arturo Pérez Reverte, aunque sí sus artículos o columnas (me pasa justo al contrario con Quim Monzó, no me interesan sus artículos, sí sus relatos).
Después de este ataque de sinceridad, os comento que me ha divertido bastante un artículo de Pérez Reverte sobre este ataque de corrección política que estamos viviendo. Disfrutadlo :)
PD. Gracias a David que me lo ha pasado por correo
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